25 de julio de 2013

El increíble Steve Buscemi habla de magia, Boardwalk Empire y más

Artículo escrito por Stephen Whitty para NJ.com, publicado el 10 de marzo de 2013 con motivo del estreno de The Incredible Burt Wonderstone.

Si eres un actor protagonista, la edad es una constante compañera desleal. Cada regalo que te da -un poco menos de cabello, un poco más de cintura, algunas arrugas extra- significa menos trabajos, menos papeles, menos oportunidades. El aspecto de tu carrera depende directamente de cómo te veas.

"Obviamente", dice Steve Buscemi, "en mi caso eso nunca fue algo de que preocuparme".

Con su expresión siempre sorprendida y una sonrisa de antaño, Buscemi, con 55 años, no es un modelo de revista (una de las bromas habituales en Fargo es la cantidad de gente que lo describe como "un poco raro"). Un rol para el cual no lo contratarías es el de la típica estrella de la farándula.

De hecho, en su última película, The Incredible Burt Wonderstone, interpreta al compañero de Steve Carell en los espectáculos de magia. Y en su primera entrevista de trabajo, el jefe del casino James Gandolfini les dice que Buscemi es muy poco agraciado como para estar en el escenario.

"Sin animo de ofender", agrega Gandolfini.

"No hay de qué!", dice Buscemi animadamente.

Las bromas son injustas, por supuesto. Buscemi -que es parte irlandés, parte siciliano- simplemente tiene un rostro del Viejo Continente, bastante melancólico. Y con respecto a esos dientes torcidos: bueno, desde que se volvió famoso, ha tenido ofrecimientos para arreglárselos y siempre ha rechazado a los dentistas, bromeando con que si lo hacía, no volvería a trabajar nunca más.

Pero hay algo en Buscemi más allá de la apariencia que lo hace conseguir personajes con nombres como "Willy la comadreja" o "Crazy Eyes". Hay una intensa dedicación que lo ha llevado de cintas indie neoyorquinas a Boardwalk Empire de HBO, pasando por thrillers de Quentin Tarantino y comedias de Adam Sandler.

"Así es cómo se dio", dice Buscemi, que además ha dirigido películas y series (como el clásico episodio "Pine Barrens" de Los Soprano). "Cuando recién empezaba, nunca hubiese podido imaginar las películas que he hecho y la gente con la que he trabajado; mi carrera no tenía un camino. Solo me mantuve abierto a las posibilidades".

Las posibilidades no parecían ser ilimitadas cuando Buscemi crecía en la clase obrera en Brooklyn y Long Island. Su padre trabajaba para el departamento de basura y su madre trabajaba en el Howard Johnson's; Buscemi jugaba con títeres y trucos de magia.

"Tenía el muñeco ventrílocuo de Jerry Mahoney", recuerda. "Y un kit de magia con una pequeña guillotina: ponías tu dedo dentro y parecía que iba a cortarlo, pero el filo estaba en una bisagra. Era ingenioso".

Empezó mandándose la parte frente a parientes en las cenas familiares. Le empezó a gustar la atención. "Era muy joven, jugaba mucho con títeres y actuaba haciendo las voces. Cosas normales de niño", dice. "Pero escuchaba a mi madre contarle sobre eso a sus familiares, maravillándose como si fuese algo único. Y me hizo darme cuenta, ah, capaz que sí tengo talento en algo".

Sonríe.

"'Talento', probablemente a esa edad ni siquiera sabía el significado de esa palabra", dice. "Pero el entusiasmo por actuar, eso es algo que no ha cambiado para mí. Ese placer simultaneo de crear algo y compartirlo con un público, es igual ahora que como era entonces, cuando solo era la fiesta de cumpleaños de mis primos".

Buscemi se las arregló bastante durante la secundaria, luego se dejó llevar un poco. Tomó algunas clases en un centro de estudios superiores. Trabajó en una estación de servicio y por poco tiempo condujo un camión de helados. Vivía cerca de demasiados bares.

Más tarde, a los 19, aunó esfuerzos. Se mudó a Manhattan, a un destartalado apartamento en la Avenida A. Empezó a tomar clases de actuación. Se unió al Departamento de Bomberos de Nueva York, donde terminó trabajando durante cuatro años en la estación Engine 55 ubicada en Little Italy. Y empezó a actuar en pequeños clubs de moda de la East Village.

"En realidad me llevó un par de años de vivir en ese barrio darme cuenta de todo lo que estaba sucediendo ahí", dice. "Y cuando lo hice, fue un poco intimidante al principio. Nunca había estado expuesto a esa clase de arte, teatro y música, y todo parecía estar a la vanguardia. Tuve suerte de estar ahí en ese entonces, estoy agradecido de haber podido formar parte de eso".

Primero captó la atención como un paciente con sida en la indie de 1986 Parting Glances, y empezó a conseguir buenos papeles en films de autor como Mystery Train de Jim Jarmusch y King of New York de Abel Ferrara. Luego, en 1990, consiguió un pequeño rol en su primera película de los hermanos Coen, Miller's Crossing.

Han trabajado juntos en cuatro cintas más desde entonces, con los Coen matando sus personajes con perverso placer; la última vez que lo vemos en Fargo, está siendo metido en una trituradora de madera.

"Sus guiones están tan bien escritos", dice Buscemi. "Los lees y el personaje está todo ahí, en las páginas, así que en realidad no tienes que hablar mucho sobre él. Pero después, como en cualquier película, empieza la colaboración y te metes en el aspecto físico del personaje, en el vestuario; eso realmente te informa de cosas. Eso también fue así en esta película".

En The Incredible Burt Wonderstone, Buscemi interpreta a Anton, el sufrido compañero de Burt, y experto en peinados estilizados y vivos trajes de mago. Le dio a Buscemi otra oportunidad de hacer comedia. También le dio otra oportunidad de trabajar con Gandolfini.

"Fue un honor haber sido una pequeña parte de Los Soprano", dice Buscemi. "Jimmy le aporto mucho al personaje; no sé cómo lo hizo. Te termina importando su personaje, y te horrorizan la cosas que hace. Él y David Chase no rehuyeron de mostrar quien era el tipo. Le dieron un vistazo real a ese mundo".

Y cuando ese mundo finalizó en la TV, con la famosa pantalla en negro, Buscemi se sorprendió como cualquier televidente?

"Oh, sí", dice. "Me acuerdo de que lo vi y después no podía dormir porque pensaba mucho en eso. Y luego me impactó en medio de la noche, sí, que manera brillante de terminarlo... Es decir, a veces creo que es mejor no saber todas las respuestas. Qué pasó con el ruso en "Pine Barrens"? Está muerto? Terminó en un manicomio? Pienso que es mejor dejarlo a tu imaginación".

Buscemi trabaja mucho y eclécticamente, no hay muchos actores que puedan contar con Reservoir Dogs y Monsters Inc. en sus curriculums, o pasar fácilmente de películas de acción de gran presupuesto como Con Air a dirigir pequeñas producciones poco convencionales como Lonesome Jim.


Aunque mantiene discreta su vida privada. Vive en Brooklyn con Jo, su esposa desde hace más de 25 años; tienen un hijo y a menudo son vistos paseando por el barrio. Después del 11 de septiembre, se presentó como voluntario en su vieja estación de bomberos; durante días ayudó a examinar los escombros, buscando los cuerpos de ex camaradas.

Su perfil público ha tenido un imprevisto, un empujón en su carrera con Boardwalk Empire, la serie sobre la era de la Prohibición en New Jersey; este año vuelve para su cuarta temporada, con Buscemi otra vez interpretando al corrupto Enoch "Nucky" Thompson.

"No creía que me fuesen a elegir a mí", dice Buscemi sinceramente sobre el trabajo. "Pero Terence Winter y Martin Scorsese, que iba a dirigir el piloto, estaban de mi lado, y creo que ellos dos lograron convencer a HBO. Conseguir el papel principal en la serie, eso es algo increíble para mí. Pero no siento que sea Nucky quien necesariamente conduce la serie; siento que es un conjunto, con un montón de personajes importantes".

Y hay alguno que podemos esperar que se vuelva más importante a lo largo de la próxima temporada?

"Realmente no sé hacia donde va la serie", admite Buscemi. "No hago muchas preguntas, porque las cosas cambian, te apegas a algo o alguien y la historia toma un rumbo diferente. Pero todavía estoy muy interesado en Nucky y quien llegará a su mundo. Me interesa ver cómo va a ser su relación con Margaret, su relación con su hermano. Va a ser interesante ver cómo va a dirigir todo esto".

Y para Buscemi, cuando la serie de TV finalmente termine, y vuelva, quizás, a hacer nuevamente roles secundarios? Sin duda manejará eso sin problemas.

"Me gusta el material que se basa en los personajes", dice. "No importa el tamaño del papel. Como en It's a Wonderful Life, cuando hay una gran demanda de fondos en el banco y todo el mundo va apurado a ahorros y préstamos para sacar su dinero. Y una mujer deja el suyo adentro, todo excepto por unos 17 dólares. Es solo un pequeño papel. Solo tiene, creo, una línea. Pero la manera en que está escrito, la manera en que está interpretado, se hace merecedora de su propia película. Y así de fuertes es cómo todos los personajes deberían ser".

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